lunes, 29 de diciembre de 2014

Tu nombre es tuyo




"si en mis ojos hay diluvios

en los tuyos leo destino..."










Diciembre atemporal, raro y mal vestido . con perfumes de blondas al revés . con fotos pegadas en la heladera de un viaje que no protagonizo . seguro que allá los fuegos brillan más . seguro que allá mi cara se desvanece sin problemas, sin preguntas, sin dolor . quizás mi aroma no tiene pasaporte, quizás mi cama no pasa migraciones, quizás todo lo que tengo y no ves, no te importa porque no sabes que existe . porque no hay curiosidad, porque el temblor copa la confianza, porque se rompió el cosito del coso que hace funcionar la manija y el corazón . porque es más fácil bajar los brazos desde cero . porque es más fácil advertir, alertar, atajarse el culo “por las dudas”, “por si acaso”. acelerar pisando el freno nunca le funcionó a nadie.

Diciembre despeinado, tirado en la cama y sin trabajo . freelancer de la memoria y los recuerdos que rebotan un montón en un 2 ambientes sin sillón y buena reverb . hay proyectos para desajustarle el cinturón al mundo . hay ideas, disparos en la noche, melodías nuevas y frescas . hay canciones que te escribo en mi cabeza mientras la ducha caliente y despareja ataca mi espalda . mientras alcanzo un sueño liviano donde corro por un campo donde los pies no se cansan, donde el cuerpo se eleva, donde al final estás vos, diciéndome con los ojos de océano, “era hora de que llegaras” . y es ahí cuando me levanto de un salto, empapado en sudor, preparado para cabecear, apretando el puño y la sábana . y es ahí cuando me doy cuenta de que esta cama es un estadio vacío y que tu contorno finito y fatal planta bandera en otra orilla.

No me quiero demorar, no quiero sacar turno en esta espera . necesito pelearle el corso a este verano . necesito sobrevivir al Palermo en vestidito . necesito más noches donde las estrellas de este cielo, se parecen al de allá, pintado por un borrachín armado de pinceles y frases precisas para el corazón . que sabe más de amor que de óleos . que sabe más de tropiezos que de sombras . que sabe más de mí que de vos . desde este balcón al contrafrente conecto con el tuyo . porque hay mapas que la cabeza nunca borrará . hay rituales que no se pueden olvidar, reflejos en el ascensor, heladeras ajenas . hay playlists que elegimos cuando alguien más llena nuestra casa con su olor, cuando elegimos la cama como un ring donde ninguno pierde, cuando la distancia es evidente y el silencio una pelota de nieve que se estrella contra toda esta incertidumbre.

Diciembre atacado por el miedo . los tuyos, los míos . los insoportables gritos de los pibitos en la pileta del vecino, el calor como un abrigo de feria americana, la vida ingobernable en el último respiro del año . mi cabeza pesada de sueño y de pensamientos en los que estás radiante y sonriente . abrazada con otro, con frío, con dudas, con un fulgor parecido al amor . con ganas que no te conocía . con una frescura real e inimitable . con un fuego espontáneo que recorre la columna quejosa . estás más linda que nunca, sabelo . más linda que nunca y nadie más lo sabe.


Extrañar es un monstruo abominable que se mete en la cama y se ocupa de abrazar durante la noche . de acariciar la herida, de susurrar entre sueños, de plantar el eco en el pecho, de jugar al ajedrez con las entrañas . se ocupa de correr horas sobre el celular . buscar el último estado, la última foto, la última conexión . se ocupa de darle play en un loop eterno a tipos intensos y precisos como Cerati, como Buckley . que secan las lágrimas con papel de lija, que besan despacio con alambres de púa . la puta que lo parió . la re putísima madre que lo re mil parió a todas esas canciones que cantan la posta y que aceleran los dedos a la hora de los mensajes que no deberíamos mandar . este monstruo se ocupa de ocupar todo con espejismos de tu risa, de tu pelo negro como la noche, de tus pies automáticamente descalzos al pisar el frío de la porcelana de mi casa .

Extrañar es como respirar bajo el agua . es un acto inevitable y sumamente necesario en el peor de los momentos . casi siempre en la impuntualidad del cuerpo y de la vida . extrañarte, significa, arrastrar una bolsa de huesos que piden por vos una vez más.

Extrañar pincha y molesta, te obliga a escribir cosas como éstas, cualquier día a las 3 am, con los ojos dormidos, con la mano en silencio, con la lengua como piedra:



Tu nombre es tuyo, como estos renglones que te hablan, te tocan la puerta, se acomodan entre tus cosas . como estas palabras urgentes, que no saben pedir permiso y que saben que su misión no es pegar el volantazo, dar el batacazo o salvar al Titanic de su inminente final . estos renglones pretenden ser un espejo, donde por un instante detengas el mundo, te veas en él, atravieses lo imposible y desde mis zapatos, entiendas cómo es el sonido del mar, desde este otro lado.


Tu nombre es tuyo y no lo pienso mezclar con el de nadie más.






miércoles, 10 de diciembre de 2014

Las rutinas







tuve amor, trabajo y psicóloga en un 8vo piso . desde esa altura se distingue la costura de la ciudad, la vida enlatada, se puede dibujar con el dedo el fino horizonte que con suerte se distingue si el paisajismo no comió de más . en un 8vo piso el aire es distinto . el viento larga la gambeta, el sol gana minutos, el ojo se vuelve un pájaro callado que hace nido en cada ventana abierta . recuerdo goles de Boca, atardeceres prendidos fuego, corridas de madrugada, grúas portuarias como arrayanes petrificados, gorditas tomando sol, los bondis de siempre amontonando a la gente de siempre . por años fotografié a la ciudad desde arriba . hasta que no . no más.

y es ahí, cuando el dedo en el ascensor aprende a tocar más abajo y bajar por birra hasta el chino no supone un viaje a la Luna . cuando la ropa de cama se muda de casa, se muda de piso, se muda de cama . es ahí cuando tu perfume se amolda al mío, porque ahora sí hice lugar . entonces, bienvenida a este nuevo momento que pienso empapelar con fotos de tu risa de dientes ordenados, de tus ojos chiquitos, de tu cuerpo como un océano, el día que te conocí . reacomodo el mapa de la noche, sincronizo nuestros relojes, te espero como nunca esperé a nadie . tengo la voluntad y la pericia para hacer las cosas bien o estupendamente mal . ordenar el crescendo, orquestar el clima, decirte “linda” cuando sea oportuno, decir “te extraño” cuando menos lo esperás y más necesitás . elegir las canciones que anudarán nuestros días, elegir las palabras que serán el efímero puente entre el momento en que me lees y automáticamente sonreís, como un regalo . mi único deseo es que no estés loca y que puedas abrazar más de lo que tus brazos te dejan . con eso nos alcanza para empezar a conocernos, para querer compartir una tarde, para matarnos como animales en tu cama o en la mía . después vendrán los escudos de batalla, la eterna competencia de karaoke, el silbido de una noche de verano en el balcón, ebrios de birra y de posible amor . repasaremos las viejas heridas, las viejas historias y todas esas notas de voz serán la caja negra de lo que realmente vinimos a decirnos: que me encantás, que me podés, que me atrapás, me cautivás, que me tenés cuando querés, como querés.

le pongo a tu cara un nombre, a tu nombre un apodo, a tu apodo una historia . a esa historia un punto en el mapa que memorizo por si me pierdo en tu barrio o en mis pensamientos . hay coordenadas que nunca mueren, que se señalan desde la bici, con mucho cuidado . puntos obligados del citytour de mi invierno en pleno verano porteño:

  acá vive la innombrable.
  acá vive la que me rompió.
  acá vive la piba más linda que conocí.

viajar se vuelve insoportable con postales como éstas, donde algunas hacen de su casa una tumba de historias truncas y malas decisiones . donde veo a mi fantasma paseándose en boxers, acariciando al perro, abriendo la heladera, cepillándose los dientes y sabiendo más que nunca, que esa noche es la última que podemos llegar a compartir . para vos sólo tengo palabras bien peinadas, dispuestas a todo . para vos sólo tengo perfume de sandía y pepino, empalagando la casa . tengo el cuerpo como una estufa, la boca armada y precisa, el abrazo justo cuando el frío ataca bien adentro . basta de boludos inoperantes que rompen minas, a veces no hay pegamento que salve . basta de platos rotos, de sobrepeso de equipaje, de plantar espejismos y cosechar completos garrones . basta.


te propongo lo siguiente:

enfrentaremos la corriente, desataremos el miedo desde el comienzo, llegaremos en pleno diluvio y de madrugada . nos diremos cosas al oído justo antes de dormir . cruzaremos los dedos, los de las manos y pies, los de las ganas también . esperaremos sobre la mesa una comida pendiente . tendremos un plan entre los dientes . empezaremos cada mañana con el aliento ajeno sobre la cara . con una foto única del sueño y el bostezo invadiendo la piel y todos los pisos de este edificio .


muchas veces las rutinas se mueren .
se rompen, se ignoran, se callan a los tiros . muchas veces sucede que el cuerpo expulsa esa comodidad, la vomita fulero y la libertad pasa a tener aroma de nuevo y recién comprado . las rutinas marcan años, marcan épocas, marcan ciclos . marcan el cuerpo a latigazos de tiempo y espacio . marcan los humores y la malasangre en el espejo . esta mañana, cada mañana.


hasta que no . no más.