jueves, 17 de septiembre de 2009

la contundencia




resulta que era la historia de un tipo

que se jactaba de su matanza de galanes

a pura gambeta endemoniada

con la que las minitas

le regalaban la mirada y una vuelta por su cama

su sutil estrategia

de hacerse el sensato

el buen tipo

el sensible

el canchero

el difícil

el poronga

le daba changüi

handycap de matador

luego volaba del nido

con la boca sangrando

en pleno grito dionisiaco


lisa y llanamente

lo que en mi barrio llamamos

un hijo de puta


ojo

el tipo era un profesional del amague

te cagaba la vida

te dejaba tirada y llorando

como si hubieras sido violada

por una manada

de odio

de carbón

de mala tarde

con tu ilusión de príncipes azules

podía hacerse un buen papel picado

pero después desaparecía

sin dejar rastros ni huellas

se moría bien muertito

un houdini del amor

nada de segundas vueltas

de secuelas

el tipo no te jodia la vida

después del derrumbe

después del Chernobyl en tu bombacha

no era una serie de penales

era un gol de oro hecho y derecho


eso le admiraba al tipo este…

LA CONTUNDENCIA