martes, 6 de julio de 2010

métodos que sostienen el alma a través del tiempo y la distancia







todas tus partidas en un mismo día de lluvia . todas juntas . desde ayer acumulándose en una boca de tormenta . acorralando el desagüe y dando por hecho una inundación más . la calle borrosa, el espejismo cotidiano . el gris que gotea sobre mi cama cuando te pienso y pienso en que no tengo que pensarte más . y ya ves que la tristeza tiene estos trajes: canciones que te toco cuando no estás, decisiones de giro y calma, caer ante Alemania en cuartos . pienso en Frankfurt, Copenhague, ciudades cinematográficas donde, sin dudas, la lluvia tomaría otras formas . pero no . no existe un consuelo con tantos sellos postales . elijo el mapa que eligen mis tragedias . elijo el plano 6 de mi guía T que a tantos lugares me supo acercar . hago pie en estos días que están por venir . cargados de nubes y resbalones . de calendarios que muerden toda la espera . elijo hacerme cargo de todo esto que cargo, que ya lleva tu nombre . tu perfume y tus manías . nuestros códigos de juego y enojos premeditados . quiero decirte una sola cosa . una sola cosa que te ponga de pie al vacío . no me importa lo que pienses sobre estos trabalenguas de la piel . yo sólo quiero que me leas con atención, a partir de ahora :

linda, ¿cómo estás? . te escribo estas líneas desde lo más oculto y profundo de mi celda . acabo de confesarlo . acabo de develar el infierno peor . jugué a ser Kevin Spacey con sus manos llenas de sangre y culpa . caminé por la larga Olazábal en medio de la noche, en medio de mi miedo . repito: plano 6, plano de mis tragedias . caminé en soledad . murmurando cosas acerca de los sismos del corazón y de lo linda que estás cada vez que te veo y te pienso . murmurando palabras que inventamos por urgencia y error . por sentirnos iguales en este momento tan desigual para nosotros . me atraparon, estaba solo, no opuse resistencia . confesé lo macabro de tus ojos cuando me hablas de lo que te hace mal pero no podes abandonar . confesé todo el ruido que nos hace el cuerpo cuando nos acostamos en el colchón del silencio, completamente vestidos, matándonos a los besos . confesé mis defectos y miserias . las palabras que gasto trazando estrategias en el tiempo, y que sé, nunca perdurarán . porque sé que a mi tiempo se lo trago un gato chino, un gol que grité contra México, una damita que me confesó su amor por internet . porque sé que ya no soy dueño de mis cosas en esta vida que elegí dejar en un confuso final de película rusa del año setenta .

linda, ¿dónde estás? . pongo en fila mis intenciones y elijo siempre la peor plantada . busco entre mis manos algún vestigio de tu voz de colibrí . busco ese aleteo invisible de palabras que me queman cuando hace frío . necesito que sepas que esos mensajes a cualquier hora de la noche, contándote giladas y haciendo de la nada un estornudo, en realidad quieren decir que alguien, en este puto y alocado mundo, está pensando en vos . quieren decir que alguien elige poner en pausa las enfermedades y los dolores . la sonrisa de borrachera y el baile . los semáforos y los accidentes . las flores que duermen de noche . los noviecitos jurándose amor . el agua que llena el tanque del inodoro . todo un mundo pide “pido” y los sueños tienen revancha en la cama que viene . toda la ciudad grita el gol que pudo habernos dado una estrella más sobre el escudo . tan sólo porque alguien, lustros de cuadras atrás o hacia delante, está pensando en vos . y te lo juro linda . la sombra me quita el contorno que respira y se me paraliza la vida caminando esos 50 metros que me separan hasta el punto del penal, pero pase lo que pase, mi mente está sintonizando tu latido lento y elegante .

linda, aquí toda la verdad .

ante todo, quiero que te quedes tranquila . no me atraparon por nuestro plan, nuestro crimen del siglo, nuestras manos de Pilatos . seguí las instrucciones al pie de la letra . intercepté su recorrido en el 53 . me senté detrás de él . clavé mis ojos en su nuca hasta que por fin pude ver su alma culpable y rebosante de sed . mi cielo se incendió automáticamente y comprendí qué demonios hacía allí arriba, siendo un asesino . seguí sus pasos cuando bajó en Av. San Juan . sólo sabía su nombre y sus errores, como prometimos . lo tomé por sorpresa a un par de cuadras y le di muerte . una rápida y merecida muerte . deshicimos el hechizo de la cárcel del tiempo . de la falsa fiesta de los sentidos . de la basura que escondes bajo la alfombra .

pero no . te lo vuelvo a repetir . no me atraparon por ello . nuestro plan ha sido un éxito . debí borrar todas las huellas . olvidar el trayecto de la Av. San Juan . debí olvidar a todos los pasajeros de aquel 53 . debí perderme entre la gente . olvidar su perfume y su peinado malhecho . debí borrar su sonrisa despareja y lúgubre . debí desdecirte de sus pensamientos más profundos y queridos . debí dejarte librada al amor de otro tipo y no al de él . sabotear la vez que se conocen, cuando la química hace del misterio su trabajo . debí pararme frente al espejo de mi baño, mirarme la cara hasta desconocerla y verla partir . y ahí sí . recién ahí fuimos libres . soñé con caballos negros galopando sobre mis brazos hasta el agua de la pileta . soñé con besos y flechas clavándose en mi abdomen . ¿acaso bajo estas formas se presenta el último dolor? . frío . por fin los pies fríos . y ahí si . recién ahí fuimos libres . me di muerte un martes a las 2 de la mañana, mientras una ventana titilaba con tu nombre . quién sabe lo que decías en esas letras que nunca leí . linda, este es el crimen que vine a confesar . el del tipo que vivía dentro mío cuando me decidí a darte una habitación más grande en mi cabeza . maté al tipo de los miedos y los textos largos . maté al tipo que olvidó a 3 mujeres en el fondo de la casilla de su mail . al que no se bancó el agite del corazón y tuvo que declararse en cuarentena . maté al tipo que careteó los dolores y las penas . al que guardó su brillo bajo la ropa y se mató a sí mismo en lo que escribe . es así como te lo digo, linda . me di muerte . sin dudarlo .

este es el crimen que confesé . mi propio asesinato y muerte . las manos brillando con el carmín más conocido: el mío . me encontraron culpable . aún no tengo sentencia, ni perdón, ni abogado . aún no han encontrado ninguno de los dos cadáveres que describo en estas líneas . sólo al descubierto mis intenciones y las manos de un tipo que te escribe desde su primera noche, verdadero . sólo frases sueltas y sin tiempo, que construyen un puente que soporta el peso de ambos . arquitectura perfecta y concisa . ceros y unos en la trama del ayer . se me escapan de la boca tantas flores . tantos cardúmenes de horas por compartir . no veo la hora de llegar a vos . de dejar en tu casa mi olor y mis modales . de mostrarte el cassette que grabé con las que serán nuestras canciones de ahora en más . de mostrarte en cada beso, cada abrazo, que estas muertes poéticas nos dieron vida y respiro . que todo esto que escribo, no son más que métodos que sostienen el alma a través del tiempo y la distancia . que todo esto que escribo, es lo que voy a hacer cuando me libere de este último renglón y encierre en mi celda a la sombra que abandono y ocupará mi lugar…

qué fuga tan perfecta, linda .















una estrella más sobre el escudo...