jueves, 30 de agosto de 2012

zarpa de mí un barco con tu nombre




 "nadie nace sabiendo / que morir también es ley de vida" 










puntualidad . exactitud cósmica . sincronía . todo eso le falta a este puto mundo . o quizás no . será que del lado de tu cama el sol se posa sobre los monoblocks y todo de repente se transforma en la vista de un hotel en Bangkok . se escucha cantar a los niños, el bambú huele a pausa temporal, la lluvia perfora el techo de tu habitación . y te reís . por no llorar . o peor . por no poder llorar . el eco se copia a tu chiste y es un loop notablemente contagioso . y lo escucho por las noches, de este lado de la cama . el lado más frío . donde la calle de noche no me ofrece toda la luz que se tragó del día . París queda en París... o en mis recuerdos . sutileza le falta a este mundo . eso es . maneras amables de sabotearme los meses que cuentan en el calendario pero no entre mis huesos . cachetazos certeros para esa noche y una decisión tomada . la peor calma para la peor de mis tormentas . será que el mundo es todo tuyo si querés y yo me quedo boqueando con los pulmones arrugados en las manos, como quien desmenuza un paquete de garrapiñadas . el último paquete del mundo . porque no puedo más inflar este momento que se está pinchando a sí mismo . porque es querer tapar el sol con un dedo . porque es reconocer la necedad, la derrota, la verdad . porque es pintar la pared de tu espalda con nombres de flores o peces que no conocés, pero se ven lindos . porque es duplicar el ladrido en la casa . porque es inundarte con el olor que da sonrisas, que da fiaca, que da hambre . porque es desesperarte para no pensar en los agujeros que está dejando este fundido a negro . es como hacer malabares con granadas . es calcular los ángulos de un círculo . es la inglesa frecuencia del 93 . es rendirse a lo mezquino de una tarde en la que podés simular que todo está bien pero al que despedís no es a mí, sino a tus muertos que vinieron por la merienda . la ciudad se hace de goma en cada viaje, en cada canción, en cada ventanilla de colectivo . la ciudad se hace ancha y honda . se hace peligrosa . se dinamitan algunos barrios . minas explosivas en ese bar, en esa esquina . lluvia constante en esa parada, en esa pizzería . vientos huracanados en el empedrado de San Telmo un domingo por la tarde . en el temblor de la cancha de Boca . y yo no puedo más . si salgo a la vida, salgo a la muerte . caminar este mapa me va a costar la salud o algún que otro diente . boxeo con imágenes que se desenfocan de a poco . desprendo de mí una bandada de pájaros negros . me obligo a extirpar nuestro Simon de ritmos corporales, mi timing perfecto para decir en lo que estás pensando, nuestra camaradería a la hora de la cama . de mi ombligo, un cormorán con mis ojos, comiéndome las tripas . zarpa de mí un barco con tu nombre, llevándose el metraje de piel que me queda . los huesos que arrastro sin melodía . las ciudades que guardarán los viajes que no hicimos . zarpa de mí, lento y cansado . y repito . no puedo más . tu cara se refleja en las vidrieras . en las canciones de un tal Matthews . en el corcho de mi pieza, con un corazón anónimo dibujado por tu mano . juro que nunca pensé que mi cuerpo guardaría tanta agua . nunca pensé que desandar todo este paso, sería tomar el cuchillo por la hoja . pero ahora, por capricho, quiero detenerme en ese momento . obnubilados, los dos, en ese momento . iluminados por el sol y la ola polar . caminando por Florencia, diciendo casi al unísono que nos quedaríamos unos días más o de ser necesario, toda la vida. quiero mudar mis cosas a ese momento . en el que el sol se ocultaba lento mientras una cantante mala hacía covers sin sentido . en Florencia, la hermosa . en la sonrisa inmensa que nos provocaba ver los gelatos multicolores . la cerveza a pies del ponte . el amor estallando en todas las calles finitas y tan europeas . no quiero, no puedo, no debo . no merece el músculo de mis ganas desgarrarse con una foto única, mal revelada en el laboratorio . no merece una historia contarse con tropiezos o impulsos en ayunas . que la enchastren otros nombres, otros holocaustos . si suelto la mano de tu sueño, sé que va a caminar por sí solo . sé que va a agujerear los pitucones, arruinar el dobladillo . sé que en algún momento, va a volver a mí . como todo . como un boomerang de buenas decisiones en el momento indicado . como esa primera decisión que me hizo hacer pie entre tus días . como ese chapuzón en el Luna y el aluvión que nos llevó puestos . eternizo en mi garganta el ronquido que espera volver a ser soundtrack . dejo en pausa mi panza que tanto se paseo por los espejos . dejo bajo mi manga, un día en el que sin querer, por falta de puntualidad, exactitud cósmica y sincronía de este mundo, nos volveremos a cruzar en otro bondi . pero más enteros . llenos de sol y cosas que nos hicieron bien . llenos de moretones merecidos . de viaje para adentro .



resultó ser que le di Genioles a mi corazón y era tuyo el dolor de cabeza . resultó ser que nos pensaba como uno solo y ahora te vas por un rato . para volver a empezar . con otro envión, otra fuerza . con el reset de la mochila listo . con el pañuelo sobrecargado de ríos a los que les diste mi nombre .




yo voy a seguir acá . en este barrio dando batalla al mundo.
yo voy a seguir acá . muriendo y escribiendo, cada día un poco.

6 comentarios:

Eclipse dijo...

me pongo triste al pensar en celebrar el regreso del baterista que eswcribe.
porque estas palabras son puñaladas en el alma de cualquiera. por más lejos, por más afuera que uno esté de las cosas.
hoy me acurruco en esta tristeza llena de ternura, intentando una sonrisa frente a la genialidad de un texto terriblemente desolador...

Flor dijo...

me duele un estómago que no es mío pero mientras te leo habita en mi cuerpo.

Bell dijo...

Estoy sorprendida por la belleza de tu tristeza.
Muy bueno.

Gabriela Clara dijo...

Wow George! hace cuanto no te visitaba. cuanta fuerza acá.

El baterista que escribe dijo...

gracias chicas por sus comentarios y por ponerse la camiseta

un beso grande :)

Anónimo dijo...

algo así ibas a decir. podés contarlo con tu voz, con tu letra, y aunque es personalísimo, se puede visitarlo y sentirlo familiar. ojalá se haya ido un poco de tristeza cuando lo escribiste.