martes, 30 de marzo de 2010

1.110 km.




quizás nunca leas esto

quizás nunca lo haya escrito con manos conscientes,

alejadas en barcos rápidos del mundo aquel que ya pierde el foco

quizás te brille el cielo un poco, de pensarte hoy tanto… tanto…




…y venís en pequeñas olas, no podía ser de otra manera . quizás en una paleta de colores montañosos, de colores de un solo día en diciembre bordeando el río que baña tu casa . del aire viciado, la sombra de la siesta, los canales en cada una de tus calles . y así como venís, te vas . como hace casi-casi dos años . cuando revolvimos el mundo en una noche y donde yo te despedí un lunes sobre Av. Las Heras cuando llegaba ese 93 que te tragó para siempre . cuando dijiste con esa boca, que también era mía aquel día, “ojalá volvamos a vernos” . y en ese momento supe que no volveríamos a vernos más . porque hice detonar el mundo de la luna roja, de los 3 monos, de la pirámide, de la noche en bicicleta que te rapté por vez primera para que sepas que el mundo no era lo mismo si no me conocías . porque hice detonar tus ojos inmensos, tristemente felices . porque me acuerdo de tus lunares que bauticé una noche en el verano de Gesell . porque me acuerdo de tu acento cansado, que arrastraba un cuerpito fino y delicado de niña grande . etérea, ingrávida y silenciosa . así eras . así sos . así vas a seguir siendo siempre, ahora en los brazos de alguien más . así vas a doler cuando escuche historias de tipas y tipos que se animan a “lo lejos” . historias de tiempos distintos, de calles con otros nombres, de gente que se extraña, de vuelos epistolares, de noches interminables que se cargan como un revólver de tiempo . historias que nunca pude vivir por miedo, o quizás, por el simple hecho de querer dejarte libre para que alguien sepa cómo hacerte bien . y te fuiste . en esa avenida, en cada texto, en cada palabra que se cruzó congelada por el espanto de no volver a sabernos más hermosos como cuando estábamos juntos . el hotelito de Suipacha . la eterna esquina de Bernardo de Irigoyen y Avenida de Mayo . la primera vez que nos vimos y en otro lado del mapa una niña tenía hipo por no parar de reírse . el sueño de hacer realidad nuestro encuentro en la combinación del subte . como quienes se buscan de memoria entre las caras . entre los olores . entre las historias que duermen bajo tierra en pleno movimiento de estaciones y andenes . tu manera de pestañear, de besar despacio, de comer en cámara lenta, de sonreír no sólo con la boca, sino también con la cara y con el mundo . y venís en pequeñas olas, que no paran de inundar de a poco esta habitación anclada a mil ciento diez kilómetros de la tuya . kilometraje del amor, del desamor, de los sueños, de los silencios, de la incertidumbre, de la espera, de todo lo que aprendimos a darnos a nuestra manera . “y así me fui, por más o por menos” apagando el cielo de Mendoza y sonriendo como un tonto cuando ayer, mi plateada y hermosa odontóloga, me atendía y me hacía brillar sus ojos marrones que asomaban por encima del barbijo, debajo del cual también pude adivinar su hilera despareja de dientes, radiante . y así quedé, ya ves, riendo solo, recordando con amor y con tristeza, con una cara parecida a los recuerdos que hacen cosquillas en la distancia como una pluma y que otra veces, rugen como un mar furioso y acaudalado en algún punto del mapa . quizás allí donde la niña tuvo hipo . quizás allí donde dos se supieron encontrar en lo incierto y peligroso de los túneles del subte . y esta sonrisa que hoy tengo, es tuya . te lo aseguro . esta categórica y hermosa coincidencia lleva tu nombre . las dos tienen las mismas zapatillas, los únicos 2 pares en todo el universo . esas marrones, mezcla de zapato de vestir y de pie descalzo en la luna . o quizás vos seas ella desde ahora en más . o quizás … o quizás sea yo quien te empiece a ver en cada detalle, en cada calle, en cada rostro, por saber lo idiota que fui aquel lunes, hace casi-casi dos años . ya no existen kilómetros en el alma, tan sólo calendarios vacíos para elegir cita con ella cualquier día que quiera .







11 comentarios:

Rosina. dijo...

Fuerte y amargo, muy expresivo todo.
B!

los perdidos dijo...

es como la tigra.
todo es un mundito pequeño que explota en nuestras manos una vez y para siempre.

virginia dijo...

dios


dios


dios

cómo me dolió
acá
mirá
acá..
ves?

te felicito
cinco veces te felicito

©Majo dijo...

las distancias nos duelen tanto a veces. Muy profundo y delicado.
Muy vos Querido Pola.
Miles de soles para vos.

+ rocíorecaño dijo...

todo vuelve.

una tal Eliana dijo...

george no puede ser mas tierno el comienzo.
seguro que le brilla el cielo

ce dijo...

creo que voy a llorar .

creo que es un inventario de cosas no tristes para usar de envión.

Eclipse dijo...

esto es hermoso, muy visceral, sincero, crudo, pero a la vez tan con olor a tardecitas de mates en el parque.
todo tiene el sabor de la palabra justa en el instante en que los últimos dedos dejan de tocarse y se va, se va, se va el bondi (quizás) para no volver.
abrazos

ariadna dijo...

historias de tipas y tipos que se animan a “lo lejos”


me gustó eso

siempre tan melanco pooooooooolsss
me gusta me gusta




hagamos bafici juntos

baccio

Ari.

anitamusical dijo...

Polita!!!
cada día escribís mejor....el pueblo pide libro, el pueblo pide libro!!!
así q mendocina?? la voy a rastrear

daindart dijo...

hola q lindo, pero es verdad que no la llamaste más?