lunes, 7 de enero de 2013

violeta fin del mundo










“mañana es el fin del mundo”
reza el titular, la noticia, la boca de una vieja que charla en la parada del bondi con otra . un Maya se quedó dormido sobre la piedra en la que tallaba un calendario, eso es lo que pasa . un Maya encontró algo mejor que hacer antes de darle vida eterna al mundo y sus malambos . escribir años por venir no es el pasatiempo ideal de nadie . ni del más hijo de puta de los aburridos . mucho menos de los poetas, amigos de lo efímero e instantáneo . esos tipos que no pueden trabajar el tiempo y su densidad, que necesitan disparar municiones gruesas en el lapso que dura la eyaculación: un año de mar en el sol.


así lo expresa el titular del diario que estoy leyendo . mañana las noticias serán olvido, fuego y olvido de nuevo . mañana seremos una historia tonta que no se le podrá contar a nadie . y eso es lo triste, no perdurar . el café se enfría en mi boca que remueve al viento y sus aristas. se amotinan en la lengua tus calambres, el déjà vu de un beso final y el contorno del cordón de la esquina de Pueyrredon y Las Heras . allí, donde un hombre llora . allí, donde se empaña el vidrio del 93, el último que tomo . y parece ayer, esta suma de meses que sólo me restan . la puta, ¿cómo contar todo esto con un cristal ajeno y desnudo? . pero tiene que ser ya, que mañana se acaba el mundo . urgente y sin mapas, prendido fuego en pleno julio . tiene que ser ya . el inicio del descenso, la agonía del descuento .  ahí me veo, soy un manojo de huesos desordenados y grises . me decís muchas cosas que no entiendo . me estás pateando la cara delante de todos . me estás pidiendo que me vaya . que así es mejor, que así lo decidiste . ahí me veo, estafado . me aferro a tu cuerpo como si de eso dependiera la vida y este futuro trunco . le dieron de atrás en los tobillos y nadie vio nada . qué injusticia carajo, qué injusta la vida cuando se le canta el pito . y no sólo el tropiezo de un tren que viene dándole máquina al corazón, es el tropiezo del amor que conquisté desde la nada . y allí nos quedamos petrificados y en silencio . somos una foto que no me quiero olvidar . impermeable e infinita, sin fecha de vencimiento en mis ojos . que explote todo a la mierda, por favor . el día final arrancó temprano para mi y nadie me avisó . no llegué a ponerme los pantalones, ni cepillarme los dientes . las lagañas ganaron mis ojos, el sueño aún no voló . que no te agarre el fin del mundo, tu mundo, en pelotas . que no te sorprenda en cualquiera . que no te pase.


“mañana es el fin del mundo”
me dice una nena que tironea de mi camisa, pidiendo una moneda . cara de pícara, llena de mocos . me pregunta por qué estoy triste . “no estoy triste, linda.. es la cara que me sale desde hace unos meses, no tengo otra” . y ella se rasca la cabeza y pierde su atención en un reflejo del sol en la ventana . creo que desde hace meses hablo solo . a oscuras, en silencio, en sueños o no . como un loco de mierda . estoy murmurando un haiku de dolor en repeat . aburrido . vengo piloteando la tormenta como puedo . es la verdad . o parte de la verdad . la otra se la cuento a mi analista, que afila mis pensamientos que cortan sandías como si de manteca se tratara . la cuestión es que el fuego crece en mí . la combustión es real  y quemo, todo lo que toco lo quemo . y así es como los pastizales de esta historia arden al lado de la ruta . el humo inunda tu mirada perdida que se la cree saber todas . cuánta guitarra . te duele el bobo y no te permitís llorar, extrañar, desdecir, aliviar . te duele el bobo y construir un castillo es lo que mejor te sale . los días traen lluvia y el fin del invierno . crudo frío polar, impenetrable . no voy a dejar que quiebres mis labios y desafines mi garganta . tengo historias que contar . hablar del clima y de todo lo que pude lograr desde que el ruido se apoderó de la noche de esta ciudad . sé que ya no camino ciertos barrios por pudor o puros recuerdos . sé que no necesito más de 2 ruedas para mover mi nombre y mis sueños . sé que no necesito cascaritas en las rodillas para saberme vivo y golpeado, como todos tus amigos nuevos . no necesito nada de eso . tan sólo un vientre donde hundir mi cara . esta cara de tristeza y humo de cigarrillo . de desvelo y chicle masticado . un vientre que apague las voces, tus voces, gritando en el teléfono que nunca sonó y se guardan en mensajes que no quiero escuchar . “¿Hola? ¿me escuchas? Toma nota: hice un ranking de las cosas que nunca más voy a volver a ver” y luego el tono como un latido ininterrumpido, marcando muerte . ya sé cómo es esto . tu casa, ahora mi casa por unas horas . tu cama, ahora mi cama por unas horas . los besos, los arrumacos . una canción de fondo que entretiene a los vecinos . ese ascensor que hace el mismo ruido que todos los ascensores de mi vida y de esta historia . el mismo prólogo para cuentos diferentes . el toqueteo inocente . la calentura . la memoria de los dedos y el cuerpo . y el olor . el olor allí como un animal hambriento, agazapado, esperando atacar en el momento peor . todo se reduce a eso . al mal movimiento de mis peones, a mis alfiles que juego como caballos, al nueve que mando al arco, a tu cara rebotando en otra cara cuando los nombres son otros . y juro que doy guerra y amor . por igual,  a quien lo pida . juro que soy un asesino de los movimientos que sabíamos a coro . juro que trato de disimular la herida, de no copiarme en el espejo . de no acoplarme a una mañana, donde amanecer es parecido a suicidarse . juro que quiero estar en carrera antes de que a mis ganas se las trague otra tragedia .


y por eso estuve allí . hablando en presente en medio de todo este pasado . y ahora por eso estoy acá, en esta silla, mirando cómo esa pareja se mata los sueños en medio del mismo bar . somos nosotros . en otro mes, en otros cuerpos, en otros daños, en otro pequeño souvenir del miedo y del espanto . somos nosotros . mi diario no miente, lo que va a decir la boca tampoco . la decisión ya está tomada, la erupción fue por cesárea, no hay marcha atrás para los cobardes . estallan las bombas, el cielo se tiñe de un violeta extraño . violeta fin del mundo . la gente en el bar vuela en el aire, la niña de los mocos llora en un silencio desgarrador . todos buscan refugio bajo las mesas . todos buscan refugio en alguien más . la mano que aprieta tu mano que aprieta el tiempo que aprietan las palabras que aprietan mis pantalones . todo lo que te quise decir, está en mi corazón . te lo llevaste . es un mensaje en una botella sellada para siempre . un código de barras en un futuro sin láser . y por fin, sin tanto artificio ni reverencia, el fin del mundo llega . acaba de ocurrir . fue este estornudo en cámara lenta . lo acabo de ver, 2 mesas más acá . visión periférica . perfecta . el fin del mundo llegó . para esa pareja, llegó . por primera vez puedo ver desde afuera el huracán que arrasó con mi casa . ahora puedo entender de dónde viene el dolor . ahora puedo entender por qué de esta manera escribo este raspón largo y conciso . recién ahora puedo ver mi cara, en el momento de mi muerte.


y repito,
ahora sé de dónde viene tanto dolor.


2 comentarios:

isivioleta dijo...

te juro que esto es hermoso, y amaría escribir como vos lo hacés.

Unknown dijo...

El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional