y ahora que todas las mañanas del mundo
se posan en mi ventana
prefiero a la noche
sofocante
rutilante
consonante
rascando la herida que respira
sobre el borde imperfecto
de mi memoria
que me muestra los dientes
y afila su pelo
para transformarse en una mujer
hecha de tiempo
y misterio
hay cierto magnetismo
en la forma en la que me respondes siempre tarde
en tus dedos despeinando un libro
en tu boca jugando a la mancha
con todos los rincones de mi cuerpo
pero no quiero
mañana
despertar en una cama
desvencijada y caminada
por tantos otros corazones
tristes y olvidados
quiero la justicia poética
que nos permite una canción
dedicada en el momento justo
marcando el pulso perfecto
de lo que nadie vio venir
digo que hay cierto magnetismo
en tu manera de matar
en los vidrios que rompes a los gritos
en los besos que nos damos
cuando nadie más nos mira
somos esa luz roja encendida
de la tele ya apagada